La revisión de los apuntes de Guillermo Grajeda Mena (1918-1995) junto a su obra plástica, o a la inversa: el análisis de su trabajo pictórico teniendo en mente lo que su aportación teórica ofrece, da cuenta, antes que nada, de un ejemplo de coherencia artística mantenida a lo largo de toda su trayectoria que queda patente tanto en su trabajo individual, como en sus colaboraciones con otros artistas y arquitectos.
Un punto de partida para ahondar en su obra fue tener acceso a sus cuadernos de fundamentos teórios del arte, donde se analizan entre otr, las teorías del color, el ritmo, el movimiento, el paralelismo, la simetría y su opuesto, la asimetría; corroboraos por medio de la investigación en innumerables horas al estudio previo al trabajo artístico. Su legado muestra un arte multifacéico, que abarcó diversas técnicas, medios y soportes durante muchos años de perseverancia y que produjo incontables obras realizadas con certezas estéticas y técnicas.
